martes, 31 de agosto de 2010

¿UNA CONSTITUCIÓN EUROPEA?

Artículo publicado por Felix Ovejero  Lucas en Cuadernos de Materiales número 21
"Mi intención es examinar tres modos diferentes de entender la Constitución europea y aquilatarlos a la luz de dos de los problemas que creo son importantes, tal vez los más importantes, que tienen ante sí las sociedades modernas y en particular la Unión Europea. Cada una de esas tres perspectivas se corresponde con una inspiración normativa diferente y cristalizaría en un escenario constitucional distinto. No se han formulado explícitamente, salvo en el caso de las reflexiones procedentes de filósofos políticos, pero creo que están en la trastienda de muchas discusiones acerca de la Convención. Advierto en todo caso que esas perspectivas se refieren al producto final, a los principios que deberían inspirar a la Constitución, no a cómo se llega a ella, a cómo elaborarla. En ese sentido, no me ocuparé de si la Constitución europea es resultado de un proceso deliberativo o negociador, participativo o del "benigno despotismo" del que hablaba Delors. Además, mi exposición implícitamente asume que, en contra de lo que algunos sostienen, no existe de facto una Constitución europea asentada en los diversos tratados o en la jurisprudencia y asume también, claro es, que esa constitución que no existe es deseable. El problema que me ocupará es su inspiración.

La primera estrategia que llamaré del "reglamento y del interés común" entiende que hay una serie de retos comunes (seguridad, Globalización, mercados, ambientales y, en general, todos aquellos que tienen que ver con externalidades económicas y bienes públicos) que se abordan mejor aunando esfuerzos y coordinándose que a través de respuestas individuales. Del mismo modo que la constitución de los mercados nacionales exigía acabar con las barreras feudales que impedían la movilidad de gentes y de bienes o con la diversidad de sistemas de pesas y medidas, la coordinación de una serie de actividades y la necesidad de evitar ciertos costos generales de acciones tomadas individualmente requeriría un conjunto de reglas coordinadas que resuelva los problemas de interés común y un sistema de protección que evite las interferencias mutuas. En ese sentido, la Unión tendría sentido siempre que salga a cuenta a cada uno de los Estados. En tal caso, la constitución vendría a ser algo así como un código de circulación, como un reglamento de juego neutral que a cada uno le permite saber a qué atenerse.



La segunda estrategia es la de la "identidad". Está en las antípodas de la anterior. Parte de la presunción de que existe un conjunto de herencias históricas que permitirían reconocer una suerte de alma europea que debe cristalizar en la constitución. Por supuesto, no faltan las discrepancias acerca de cuál es el contenido de esa identidad: ¿el cristianismo, la ciencia moderna, el derecho romano, el código napoleónico, la democracia, el movimiento obrero, los nacionalismos, las guerras de religión, los derechos sociales, etc? De esa larga lista cada uno escoge lo que quiere según su particular afinidad. En este caso, la constitución tendría que estar cargada de contenido, de unos supuestos "valores europeos", que habría que cultivar y que, además, permitirían, por así decir, realizar el test de europeidad.



La tercera estrategia es la cívica. Como la primera destaca la idea de interés compartido pero la entiende como interés general. Como la segunda subraya la importancia de ciertos valores, pero no porque sean los que "se llevan por aquí", sino porque los juzga fundamentales para el buen funcionamiento de una sociedad democrática. Los derechos no deben defenderse para evitar que nos molesten los otros, frente a los otros, como pensaría la primera estrategia, ni porque son una invención europea, como diría la segunda, sino porque se consideran importantes para la propia autonomía de los individuos, porque, entre otras cosas, permiten a los ciudadanos criticar y revisar la propia historia a la luz de su propia convivencia con los demás. Puede reconocer que el Estado del bienestar es una herencia pero no lo defiende por eso, sino porque sólo en una sociedad en donde no existen agudas disparidades los ciudadanos se reconocen como miembros, están dispuestos a participar y a defender una compartida comunidad de justicia y de decisión política. Por eso mismo, aun reconociendo que los nacionalismos son también parte de la historia europea, esta perspectiva creería que deben combatirse en tanto exigen la pertenencia a la comunidad cultural para permitir el acceso a la condición ciudadana, a la comunidad política.



Los retos con los que quiero enfrentar estas perspectivas son dos: el primero es el "déficit democrático", que es algo más que la falta de representatividad y de responsabilidad de las instituciones, que es también el de la participación y el compromiso de los ciudadanos; el segundo es el problema de la convivencia de gentes de culturas bien diferentes que, aunque la incluye, es algo más que la inserción ciudadana del fenómeno migratorio. Creo que las dos están imbricadas y se pueden formular en una presentación compacta, en forma de pregunta: si es el caso, y parece que así es, que la comunidad política europea ha de dar cobijo a gentes de diversas culturas, ¿cómo se puede asegurar que, con todo, esas mismas gentes se puedan reconocer en un marco político que sea algo más que unas reglas de juego, con las que difícilmente se sentirían comprometidos como ciudadanos, pero que tampoco se configure desde una particular identidad que inevitablemente resulta excluyente, esto es, que aleja a algunos ciudadanos de la participación y del compromiso con la defensa de los derechos y de los principios de justicia? Con todo, por claridad expositiva, creo que es mejor tratarlos de un modo independiente.



Para la perspectiva del "reglamento y los intereses comunes", en principio, no es un problema el compromiso de los ciudadanos con las instituciones europeas. En buena medida es la que ha escrito la mayor parte de la historia de la Unión europea: en un mercado no se presumen mayores lealtades, sólo, y circunstancialmente, intereses comunes, coaliciones. Desde esta perspectiva, el "déficit democrático" no es un problema sino un estado normal. Lo que se necesitan son gestores, árbitros, que coordinen y penalicen a los infractores y en todo caso, de lo que se trata es de que dispongamos de un sistema que permita sustituirlos cuando no son eficientes o neutrales. De todos modos, cuando las cosas se miran de cerca resultan más complicadas. No voy a ocuparme de si en un sistema con baja participación ciudadana la eficiencia y la neutralidad son posibles. Creo que hay sólidas razones que muestran que sin participación no hay instituciones eficientes y, además, es más propicia la corrupción y, por ende, la arbitrariedad. En todo caso, creo que las dificultades son insalvables en una Europa ampliada: entre dos es más fácil coordinar intereses que entre muchos y, además, las cosas son más graves cuando los otros aparecen como rivales con intereses distintos u opuestos, como sucede con esta perspectiva. Respecto al problema de la convivencia de culturas, el punto de vista del reglamento, que asume que cada uno procura por los suyos, se enfrenta al clásico problema de las dictaduras de las mayorías y el único modo de evitar que los "intereses de los más" se impongan es mediante complicados diseños institucionales, de sistemas de bloqueos, de pesos y contrapesos, que en escenarios complejos y de intereses contrapuestos acaban por paralizar el funcionamiento de las instituciones.



La perspectiva de la "identidad" encalla de un modo muy natural en el segundo de los retos. Cualquier intento de fijar una "cultura" europea que destaque ciertas tradiciones e intente dotarlas de cuaje constitucional acaba por excluir a buena parte de los ciudadanos de la comunidad. No se trata sólo de los que "vienen de fuera", de los que no participan de supuesta cultura europea, sino también de los de dentro: no se puede ignorar que la historia de Europa es una historia de conflictos y enfrentamiento y que va de suyo que destacar una herencia supone negar otras. El primer reto, el de la participación, en este caso, es casi una consecuencia del segundo: una Europa, si se me permite la expresión, de valores "densos" a lo sumo aseguraría la participación de aquellos que se reconocen en ellos, pero también se aseguraría no ya la indiferencia, sino directamente la hostilidad de los excluidos. Estos no se reconocerían en las instituciones, no las sentirían como suyas, y ello haría imposible el compromiso, desde los propios valores, con las decisiones adoptadas.



Creo que la perspectiva cívica está en mejores condiciones de encarar los dos problemas. De hecho, los aborda a la vez, desde la unidad que se reflejaba en la formulación compacta de los dos problemas que antes he hecho. Los valores cívicos –y, en particular, la participación democrática, la sensación de que la propia voz cuenta– son los que proporcionarían el fermento cohesionador, la identidad europea, identidad elegida y en condiciones de revisarse. Dicho sea de paso, no podemos extrañarnos de las reservas de los europeos hacia Europa cuando, a la vez, perciben que las medidas comunitarias alcanzan cada vez a más aspectos de sus vidas mientras que su capacidad de control y participación es el mismo, esto es, bien poco. Por supuesto, esos valores se corresponden con una herencia europea, con una entre otras, pero no se justifican desde la historia, sino porque aseguran un modo justo de resolver los problemas, un modo en donde todas las opiniones pueden exponerse y se calibran por las buenas razones que las avalan, no por la fuerza de los intereses que los respaldan ni por formar parte de la historia, por haber llegado ayer o anteayer. Es de ley reconocer que esta perspectiva no está exenta de otras dificultades de las que sólo quiero mencionar dos. La primera: el proyecto cívico resulta difícil de materializar en una sociedad que a las diferencias culturales une agudas disparidades económicas: la participación y el compromiso en la defensa de los intereses de todos son imposibles si los ciudadanos no entienden que opera algo así como un principio de "los unos por los otros". La segunda dificultad es la de si los principios cívicos (tolerancia, deliberación, autonomía, igualdad, etc.) conforman un terreno suficiente para proporcionar una "identidad" –he de confesar que no me gusta la palabra– con la que los ciudadanos se reconozcan y comprometan al modo como lo hacen con sus valores "nacionales". No me resisto a decir para terminar que creo que las dos objeciones no son insalvables. La primera lo único que nos indica es que la democracia resulta imposible sin algo parecido a una sociedad del bienestar y, en ese sentido, es más una solución que un problema: hemos de incluir en el proyecto constitucional, por razones democráticas, la herencia del Estado del bienestar y de los derechos sociales. La mejor prueba de que la segunda objeción es superable son los propios nacionalismos: como han argumentado importantes estudiosos del fenómeno, "los nacionalismos se inventan la nación", crean una mitología, una "identidad" que convierten en fuerza movilizadora, por lo general frente a otros, y que consiguen extender a poblaciones que cierto día descubren que "tenían una identidad"; dicho de otro modo, y para lo que nos interesa, no parece imposible "crear" identidades compartidas, esta vez sobre los valores del respeto, la tolerancia y la igualdad, en este caso sobre valores cívicos, y ello será más fácil cuando el propio marco constitucional recoge la participación no excluyente, la posibilidad de que la propia voz sea atendida, y las condiciones mínimas de igualdad material."

Félix Ovejero  Lucas es profesor de Economía, Ética y Ciencias Sociales en la Universidad de Barcelona

viernes, 27 de agosto de 2010

La recuperación en España flaquea, según Financial Times

Las Bolsas se dejan algo más de un 1% a media mañanaFinancial Times destina hoy toda una página a analizar la situación de nuestro país en un artículo firmado por Victor Mallet. Bajo el título “Una recuperación que flaquea”, Mallet habla de la situación económica de España donde, aunque hemos pasado lo peor, persiste la amenaza de un retorno a la recesión.Según el periodista, la victoria de España en el mundial de fútbol, sumada al triunfo de Nadal en Wimbledon y el de Alberto Contador en el Tour de Francia, fueron la “guinda al pastel” que llevaron al país a pensar que ya habíamos salido de lo peor. No obstante, continúa el artículo, “el consenso (…) dentro y fuera de España mantiene que es demasiado pronto para declarar el final de la crisis o incuso descartar una vuelta a la recisión”, al tiempo que añade que la mayoría de los economistas considera excesivamente optimistas las predicciones oficiales de crecimiento para los próximos meses.“La cuestión es si la recuperación podrá sostenerse”, continúa Mallet, y recoge las declaraciones de un comerciante que indica que “psicológicamente las cosas han mejorado –aunque realmente sólo lo hayan hecho mínimamente-. Ocho o nueve meses atrás pasamos probablemente lo peor. Había una carencia total de confianza”.Así, el periodista recuerda que sólo dos meses antes de la final de fútbol los inversores internacionales consideraban que España estaba en una situación crítica, y realiza un repaso a todas las medidas llevabas a cabo por Zapatero para mejorar la situación, medidas que los analistas consultados valoran positivamente. Ahora, sin embargo, existen otros riesgos que podrían hacen que nuestro país se deslizara nuevamente hacia una recesión técnica, como son la caída del consumo como consecuencia de la menor confianza de las familias en la economía, el incremento en julio del IVA y el final del Plan Renove para la compra de vehículos nuevos. “Las condiciones en los países de la periferia europea, como Grecia, Irlanda o España, continúan siendo difíciles”, apunta el artículo.En la estricta actualidad de los mercados, las Bolsas europeas se dejan algo más de un 1% a media mañana mientras que los futuros americanos ceden un 0,7% de media. En nuestro país hemos conocido ya el resultado de la subasta de Letras a 3 y 6 meses, en la que destaca una demanda alta y unos tipos a la baja.N.A.

martes, 24 agosto 2010, 11:00
http://www.bolsamania.com/noticias-actualidad/pulsos/La-recuperacion-en-Espana-i-flaquea-i-segun-i-Financial-Times-i--0720100824110214.html

Artículo publicado por Alfredo Carreras en El Paseante solitario.

El siglo XX pasará a la historia, entre diferentes aspectos, no todos negativos, por supuesto, como el siglo de los genocidios políticos y étnicos, las guerras mundiales, las dictaduras totalitarias, el renacer del fundamentalismo religioso, y la guerra fría, que dividió al mundo en dos bloques, antagónicos en algunos aspectos pero con similitudes en otros.
Este dominio de la barbarie, que a punto estuvo de hacer saltar por los aires el mundo, ¿tiene alguna explicación?, ¿hay causas políticas, económicas, de fondo?. ¿Podemos encontrar una explicación, una causa, o al menos una entre varias en los sistemas socioeconómicos del siglo XX e incluso pensados e ideados anteriormente?.
Mi opinión, quizá equivocada, es que sí. Que en las estructuras políticas y económicas, en el ideal, o al menos en la praxis de los sistemas políticos del siglo XX hay elementos que conducen a la destrucción, la conquista, el dominio. Por otro lado, presentados como opuestos, el socialismo de Estado o autoritario, y el capitalismo, contienen elementos comunes .
Tomemos el capitalismo, y analicemos su práctica mundial, su ideal: Culto a la productividad, crecimiento hasta el infinito, sin conciencia de límite, conquista de mercados, consumismo compulsivo,individualismo entendido como atomización social y egoismo a ultranza, marginación o exterminio de pueblos considerados primitivos, perezosos, resistentes a su visión. Es decir, una cosmovisión favorable a la conquista. En cuanto al bolchevismo y sus derivados, maoísmo, castrismo, guevarismo... pese a un discurso aparentemente opuesto, comparte su culto a la productividad, al desarrollo sin límites y a la conquista. Cierto es que hay diferencias notables en algunos aspectos. El capitalismo privado apoya la llamada libre empresa, mientras que el socialismo tiránico, se basa en la planificación económica. Resulta curioso, sin embargo, que el trabajador, en ambos casos resulta no un ciudadano, sino un súbdito, o un cuasiesclavo. Pese a su retórica, es en el socialismo de Estado, donde el obrero, está más oprimido, al carecer de cualquier derecho a la huelga, o al sindicato independiente del Partido único, mientras que en los sistemas de capitalismo democrático éste tiene derechos pese a su situación de sujeción y dependencia.
Es por tanto de justicia reconocer que la situación para los individuos y trabajadores es mejor bajo un capitalismo democrático, que bajo la dictadura del Partido Comunista donde el pensamiento libre es perseguido.
Dicho esto, con similitudes y diferencias, podemos encontrar un punto fuerte de unión entre el capitalismo y el socialismo autoritario, así como a otros regímenes caudillistas, los llamados fascismos o populismos, tan de moda en Latinoamérica. Ese punto de unión es la dominación.
¿Cual sería el camino a seguir para evitar los efectos perversos de los sistemas basados en la dominación?. Evidentemente el desarrollo de medidas políticas y económicas que impulsaran una sociedad basada en la libertad como no dominación.
Esos pensamientos políticos han existido y existen. En primer lugar tenemos al anarquismo, ideología compleja y variada que busca una sociedad basada en la abolición del Estado, la propiedad colectiva de los medios de producción, y la democracia directa frente a la representativa . Pero en mi opinión, es prácticamente imposible a día de hoy prescindir de la representación pese a los adelantos técnicos, y entre otras cosas porque nos guste o no, siempre será una minoría la que quiera participar en la vida política, incluso una hipotética democracia directa no salvaguardaría la libertad ante el ascenso de un caudillo, o una nueva clase dirigente que use un discurso de ser los representantes directos del Pueblo.
En segundo lugar, tenemos algunos teóricos que desarrollan ideas basadas en la no dominación, usen o no ese conceptos. Los neorrepublicanos, son los que más usan el concepto de libertad como no dominación, encontrando en España ejemplos como Félix Ovejero o Andrés de Francisco. Por otra parte, algunos ensayistas como Mario Bunge, defensores del llamado socialismo cooperativo(o de mercado), se encontrarían en una línea muy similar. Estos pensadores no se oponen al Estado, sino que defienden una democracia representativa y también más participativa, con en general una defensa de una economía social de mercado, con regulación o intervención estatal, para evitar, o reducir , la dominación o servidumbre de unos ciudadanos respecto a otros, especialmente de los asalariados sobre los empleadores. Que evite la asimetría o desigualdad de poder en la sociedad.
Es fundamental, en nuestra opinión, el nacimiento de una nueva izquierda, que sin quimeras, siga vinculada a la idea de emancipación, de no dominación. ¿Cuáles podrían ser algunos de esos puntos desarrollados por esa nueva izquierda ciudadana, opuesta a la dominación?.
1.- Intentar que cada miembro de la sociedad tenga un mínimo económico, que evite la exclusión social, la humillación, la dependencia. Es necesario por tanto estudiar la posibilidad de aplicar una Renta Básica para la ciudadanía, o políticas sociales y económicas preventivas de la miseria. Tasar actividades especulativas.
2.-Crear Instituciones que impulsen la democracia deliberativa, o participativa. Sin participación en la vida de la Polis, la dominación seguirá siendo el amo. Creación de Consejos vecinales y minicipales donde los ciudadanos que lo deseen puedan deliberar y tomar algunas decisiones. Estudiar la posibilidad de crear un Federación de Consejos a los que se dote de algunas capacidades de decisión. El Parlamento debe delimitar las competencias de esta federación de Consejos.
3.- Impulsar una economía social, cooperativa y sostenible. Apoyar el surgimiento y desarrollo de empresas sociales, de cooperativas. Es decir fomentar la democracia económica,  empresas con gestión democrática, donde los trabajadores sean ciudadanos, no piezas de recambio del engranaje autoritario de la empresa dominante. Apoyo a la Ciencia y a la innovación frente a la economía del pelotazo, del ladrillo, destructiva del medio ambiente y empobrecedora a la larga.
4.- Apoyar una federación de cooperativas y empresas sociales, con mecanismos de control para para que éstas mantengan sus estructuras democrática y sociales,  y para  conseguir una economía al servicio de la colectividad y sus necesidades reales.
5.- Estudiar la posibilidad de implantar un sistema tricameral. Parlamento, Federación de Consejos, y Federación de cooperativas, cada una con sus competencias. Federalismo pero rechazo al nacionalismo.
6.- Educación cívica y laica. Basada en el conocimiento teórico, de los derechos y deberes, del mundo emocional, y estimular el pensamiento crítico de los alumnos y alumnas.
7.- Regulación por el Estado del sistema financiero.
8.- Apoyo a la Banca ética y el comercio justo.
9.- Servicio social obligatorio. Puesto que una sociedad no debe implicar sólo derechos, sino también deberes, un día a la semana, durante un año, los ciudadanos deberán realizar actividades sociales en alguna asociación filantrópica, a libre elección, salvo que demuestren que la han realizado o están realizando.

Estos serían algunos de los posibles puntos que una opción basada en la no dominación podría apoyar. Opción política, económica y vital que urge, sino queremos que el Mundo camine siempre al borde de su destrucción .

Alfredo Carreras es licenciado en Sociología y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales y secretario de Res Pública.
sábado, 21 de agosto de 2010

MULTICULTURALISMO



Introducción

Tanto feministas, comunitaristas y partidarios de las políticas de identidad hicieron críticas similares al neutralismo liberal que se pueden resumir en 2 preguntas según Rafael del Águila: “¿Por qué razón habrían de cancelarse las diferencias de los ciudadanos, como pretende el neutralismo? ¿Por qué habría de hacerlos aparecer como “privados de identidad” si quieren acceder al papel central de la ciudadanía democrática?” (Águila, 2003)

Las personas no siempre pueden cambiar su identidad, algunas veces porque no pueden, otras porque no quieren y a veces porque no les dejan.

Actualmente la mayoría de países cuentan con una gran diversidad cultural, la Unión Europea es un ejemplo con su lema “Unidos en la diversidad”. Mayorías y minorías se enfrentan por derechos lingüísticos, autonomía regional, representación política, etcétera.

Ramón Maíz define multiculturalismo como el “conjunto de políticas y arreglos multinacionales que del pluralismo cultural, religioso y de formas de vida de las sociedades contemporáneas, atienden a las demandas y luchas por el reconocimiento colectivo de grupos tan distintos como las minorías nacionales, los pueblos indígenas, los inmigrantes, los grupos gays o de lesbianas.”(Maíz, 2003)

Políticas del Multiculturalismo

En el ámbito de conflicto entre mayoría y minoría se hace necesario crear mecanismos de inclusión en los sistemas políticos destinados a abrir poder dentro de los excluidos, mediante el reconocimiento público de las diferencias minoritarias e impulsando las condiciones necesarias para la libertad colectiva de las minorías.

Problemas

Los problemas residen en la necesidad de clarificar la legitimidad de las restricciones internas de los grupos al individuo.

Uno de los problemas sería la consideración de que los individuos están ligados fuertemente a su identidad sobre la base de la prioridad de la autenticidad y la cultura.

Otro problema residen en “usar el poder del Estado para restringir la libertad de sus propios miembros en nombre de la solidaridad de grupo” (Águila, 2003), ya que supone el peligro de una opresión individual, el ejercicio de cualquier autoridad política implica unas restricciones a la libertad que no debe implicar por ello abusos, como ocurrió en el caso de Xurde Rocamundi.

Ramón Maíz considera que sería fundamental el cumplimiento de 3 condiciones:

a) Reciprocidad igualitaria, no discriminación en virtud a la pertenencia comunitaria del individuo.

b) Adscripción voluntaria, los ciudadanos no pueden ser asignados de forma automática a “un grupo cultural, religioso o lingüístico en virtud del nacimiento, debe permitirse la libertad de opción de los padres, inicialmente, y la personal en la edad adulta.” (Maíz, 2003)

c) Posibilidad de abandono, derecho de pertenencia a la comunidad de forma flexible sin sanciones por su abandono.


Imagen procedente de Rincón del Vago
Bibliografía

Águila, R. (2003) Tolerancia Multicultural en Arteta, A., García Guitián, E. y Máiz, R. “Teoría Política: Poder, moral, democracia” (372 -380). Madrid. Alianza Editorial

Maíz, R. (2003) Multiculturalismo en Arteta, A., García Guitián, E. y Máiz, R. “Teoría Política: Poder, moral, democracia” (447-459). Madrid. Alianza Editorial

Kymlicka, W. (1996) Ciudadanía Multicultural. Barcelona. Paidós.

La banca vuelve al mercado financiero: colocaron 18.400 millones en bonos

Eleconomista.es
La próxima semana se harán públicos los resultados de los test de estrés a los bancos europeos. En general, se espera que traigan buenas noticias, aunque también se sabrá si alguna firma debe reforzar su capital. En previsión, las entidades están retornando al mercado financiero en busca de financiación.

La pasada semana, fue la de mayor actividad en el mercado financiero desde desde mediados de abril, justo después de que estallase la crisis griega, según informa hoy el diario Financial Times, que recoge los datos de Dealogic.

En total, se colocaron 18.400 millones de euros en bonos, casi cuatro veces más que en los siete días previos.

Los 'valientes'

El bancario ha sido el sector más afectado por la crisis de deuda soberana de la zona euro, que ha mantenidovirtualmente cerrado el mercado interbancario desde hace meses. Incluso ahora, sólo los bancos más reputados acceden a él, aunque muchos de ellos aún no han intentado recurrir a esta vía de financiación.

Entre los que se atrevieron a probar el ánimo de los inversores se encuentran Barclays, BNP Paribas, HSBC y UBS.

Rabobank emitió 1.000 millones de euros en bonos a 15 años, mientras que HSBC colocó otros 1.500 en papeles a 10 años. Por su parte, Barclays captó 1.500 millones de euros y el italiano Intesa Sanpaolo adjudicó 1.250 millones en bonos subordinados. BNP Paribas, UBS y RBS emitieron bonos a cinco años por 1.000, 1.750 y 1.250 millones de euros respectivamente.

"Los que pueden, están interesados en hacerlo antes de los test de estrés. Hay tanta emisiones que necesitan ser efectuadas este año que si las operaciones de la pasada semana salen bien, verás acudir al mercado a un banco tras otro", señala al FT el responsable del área de bonos de RBS, Myles Clarke.

Tradicionalmente, mayo y junio suelen ser meses de numerosas colocaciones de deuda corporativa, mientras que los meses de verano posteriores se registra un descenso de esta actividad. De hecho, las entidades generalmente tratan de completar dos tercios de sus colocaciones antes de que finalice junio.

http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/2304152/07/10/Los-bancos-vuelven-al-mercado-financiero-colocaron-18400-millones-en-bonos.html

martes, 17 de agosto de 2010

NI PAN, NI TOROS

Artículo publicado por Antonio Elorza en El País el 31/7/10:

"Al ser restaurado el absolutismo en 1823, Alberto Lista, antiguo afrancesado, crítico durante el trienio del liberalismo exaltado, escribía: “El péndulo ha corrido toda la oscilación de que es capaz”. Tal situación había de repetirse en periodos posteriores de nuestra historia y sirve asimismo para reflejar la extremosidad con que se desenvuelven en nuestro país todo tipo de debates. En especial desde la derecha.
Políticos y ensayistas parecen salir de una lectura fervorosa del Apocalipsis antes de emitir cualquier tipo de opiniones. La resolución del Parlamento catalán sobre las corridas de toros ha llevado así a Mariano Rajoy a evocar la ruptura de España, a nuestro filósofo más popular a declarar que con aquella vuelve la Inquisición y a mi estimada Edurne Uriarte a ver en el voto catalán la expresión de “un monstruo fanático y excluyente”. ¿No sería más pertinente detenerse a pensar en si el grado de violencia desplegado en la corrida con/contra un animal resulta compatible con el respeto a los valores humanos que debieran presidir una sociedad democrática?
Entre las reacciones al voto del Parlament, es la de Mariano Rajoy la más significativa, por confirmar la cuesta abajo en su rodada del líder del PP. Sus últimas actuaciones le presentan como una brújula que ha perdido el norte y gira sin sentido. En el debate sobre el estado de la nación mantuvo la sorprendente postura de inhibición adoptada después de la sentencia del Constitucional, que a fin de cuentas, a pesar de la acumulación de confirmaciones de artículos, probaba la utilidad de que un partido político se hubiese decidido a poner en tela de juicio la constitucionalidad del Estatut. Como siempre, se mostró incapaz de explicar nada, aun cuando la ocasión se prestaba para una exhibición pedagógica de cara a su electorado y al conjunto de los españoles. José Luis Rodríguez Zapatero se sintió feliz para golpearle en el debate como culpable de la crisis desencadenada. Sin respuesta. Muchos dijeron que con su cautela trataba de favorecer el acercamiento futuro a CiU.
Pues bien, llega la prohibición de las corridas de toros y no duda en encabezar la carga de la derecha española, más que contra los antitaurinos, contra Cataluña. El PP se queja de que en Cataluña crece el sentimiento antiespañol; su reacción ahora ha consistido en una verdadera explosión de anticatalanismo, que culminará con la proposición en el Congreso de anular el acuerdo catalán, contrario a esa joya cultural de la tortura animal que la Unesco debe reconocer.
Más leña al fuego. En la prensa adicta al PP, y particularmente en la más juiciosa, se han alcanzado extremos delirantes de agresividad. Me duele. Habrá independentistas en Cataluña; más negativos son quienes en su mente tienen ya acuñada la separación.
Dada la incapacidad para ofrecer a la opinión una alternativa creíble, Rajoy se refugia en el espejismo de que Zapatero está acabado y que solo es preciso empujarle a la convocatoria de elecciones para llegar al poder. Tal fue su punto fuerte en el debate sobre el estado de la nación y nada prueba mejor su impericia. Primero, porque a estas alturas debiera ya conocer a su rival, y lo último en que piensa Rodríguez Zapatero es en convocar ahora elecciones para que el PP las gane. Segundo, porque la opinión pública lo tiene más claro que él y no es momento de jugar con imposibles. Tercero, porque su preocupación debiera ser ese suspenso permanente que le otorgan las encuestas y no va a remediarlo con saltos en el vacío.
Entre tanto, Rodríguez Zapatero sigue fiel a sí mismo: sin una idea concreta en la cabeza, como pudo comprobarse en todo el itinerario del Estatut, possentencia incluida, pero con una decisión firme de eternizarse en el Gobierno para beneficiarse en el futuro de la soñada recuperación económica. En su cuadro de preocupaciones no entran la nación, ni el español, ni el Estado, ni la Constitución; por ello está dispuesto a socavar el contenido de la sentencia del Tribunal Constitucional cuanto sea necesario.
En cualquier democracia occidental ese descarnado oportunismo sería impensable, y a medio plazo el coste de tal actitud resulta evidente. Pero con Rajoy ceñido a la descalificación a ciegas todo es posible. Menospreciando la pertinencia de un plan de conjunto, escalona las reformas económicas para aislar por sectores el frente de resistencia en cada caso. De momento pagan los débiles y por eso tiene sentido la desesperanzada y póstuma huelga general del 29 de septiembre. Para protestar por el despido casi libre y proteger la supervivencia del movimiento sindical."
Antonio Elorza es historiador, ensayista y catedrático de Ciencias Políticas
lunes, 16 de agosto de 2010

3ª ASAMBLEA ORDINARIA DE LA ASOCIACIÓN


En virtud del artículo 17.2 de los estatutos de la Asociación "Res Pública", en mi calidad de Presidente de la asociación, y tras haber escuchado a la Junta Directiva, convoco Asamblea Ordinaria de la Asociación, el sábado 11 de septiembre, a las 12h, en primera convocatoria, y a las 12:15, en segunda convocatoria, tendrá lugar en la C/Navarra, 24 bis 1º C (Metro Estrecho) y con el siguiente Orden del Día:

1) Lectura y Aprobación del Acta de la Reunión Anterior

2) Informe de Gestión de la Junta Directiva y Presentación del Plan de Actividades.

3) Debate y Aprobación del Protocolo de Actividades.

4) Debate y Aprobación de una cuota de la Asociación y la posibilidad de una cuota extraordinaria para financiar el Plan de Actividades.

5) Aprobación de Altas y Bajas

6) Ruegos y Preguntas



Atentamente,

Jorge Juan Morante López
 
Presidente de "RES PÚBLICA"
sábado, 14 de agosto de 2010

LA EUROPA DE LOS CIUDADANOS ES POSIBLE

Artículo de Manuel Nuñez Encabo publicado el 15 de mayo de 2010 en "El País":

"En el reciente artículo de José Ignacio Torreblanca titulado Europa sin europeos se subraya que "al contrario que Estados Unidos, que unió ciudadanos, Europa se hizo para unir Estados". Es esta una afirmación muy categórica que además no se corresponde con la realidad y que conduce a conclusiones muy negativas para hacer posible el desarrollo de la Europa de los ciudadanos. Es cierto que la Europa comunitaria se inicia jurídicamente por el acuerdo firmado por los Estados en unos momentos de graves retos económicos, pero de este origen formal no se puede deducir en absoluto que Europa se hizo sólo para unir Estados excluyendo a los ciudadanos, ya que, por el contrario, la finalidad de la Comunidad Europea, desde sus orígenes, fue el desarrollo económico-social al servicio de los ciudadanos y contando con su protagonismo. Así lo expresó categóricamente Jean Monnet, uno de los padres europeos, quien, en su célebre discurso de Washington el 30 de abril de 1952, señaló: "No coligamos Estados, sino que unimos hombres", recogiendo también las reivindicaciones de los primeros foros ciudadanos vinculados a los movimientos europeos. El protagonismo de los ciudadanos se recuperó en el proyecto de Constitución Europea que citaba la voluntad de los ciudadanos como origen de la Unión Europea conjuntamente con los Estados.

Se debe denunciar la muy preocupante ausencia actual de los ciudadanos en el desarrollo europeo, pero no se puede achacar, por no ser cierto, a que la finalidad de la creación de la Unión Europea les excluya de su participación, lo que por el contrario es debido a la falta posterior de voluntad de los Estados y del Consejo Europeo para impulsar los cauces posibles y adecuados. Por cierto que en las citas del articulista al informe de Felipe González se echa de menos que no se mencione precisamente el énfasis que se pone "sobre la exigencia de actualizar el pacto de la Unión Europea y su participación", recuperando así la legitimidad democrática y la finalidad de la construcción europea."

Manuel Nuñez Encabo es Catedrático ad personam Jean Monnet de Derecho de Ciudadanía Europea e Información en la Universidad Complutense de Madrid.
viernes, 6 de agosto de 2010

El Mediterráneo es el mar más amenazado

Artículo de Manuel Ansede publicado en el diario Público  el 3-8-2010:

"Los centenares de científicos que han elaborado el primer estudio global sobre el estado de los océanos, desde el Ártico al Antártico, pasando por las aguas tropicales, han dictado un veredicto alarmante. El mar Mediterráneo es el más amenazado del planeta. Más, incluso, que el golfo de México, inundado por millones de litros de petróleo desde el pasado 20 de abril.
La lista de ultimátums parece inabarcable. La destrucción de su hábitat, la pesca sin control, la contaminación, el calentamiento global y la llegada masiva de abonos agrícolas y aguas residuales están golpeando a 17.000 especies que viven en este mar. "Y, probablemente, estas amenazas crecerán en un futuro, especialmente las asociadas al cambio climático y a la degradación del hábitat", según una de las coordinadoras del estudio, Marta Coll, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) de Barcelona.
Un ejército de más de 600 especies foráneas ha invadido el mar
Y hay más peligros. En 1984, los operarios del Museo Oceanográfico de Mónaco lavaron de manera imprudente un acuario en el Mediterráneo y liberaron a una bestia, la Caulerpa taxifolia, conocida como el alga asesina. La especie, típica de aguas tropicales y temible por su rápido crecimiento, ha creado una alfombra en el fondo marino próximo a más de media docena de países mediterráneos, expulsando a la Posidonia oceanica, que forma las praderas marinas en las que se alimenta la fauna. Algunos peces dependen de la Posidonia,como las vacas de la hierba. Y no es el único caso. Según el nuevo estudio, incluido en el proyecto internacional para elaborar un Censo de Vida Marina, un ejército de más de 600 especies foráneas ha invadido el Mediterráneo. Más de la mitad proceden del Mar Rojo y entraron por el Canal de Suez. Otras, un 22% del total, llegaron en barco desde otras regiones del mundo. Y una de cada diez procede de fugas en las granjas de acuicultura.
Las carambolas que pueden provocar estos invasores en el Mediterráneo son difícilmente calculables. Los autores del estudio, publicado hoy en la revista PLoS ONE, recuerdan el caso de la medusa Mnemiopsis leidyi, que llegó en barco a aguas europeas procedente del noroeste del Atlántico y, en 2009, se expandió desde Israel hasta España. En la década de 1980, esta medusa causó estragos en el mar Negro y provocó un colapso de las poblaciones de anchoa y graves pérdidas económicas.

Operación de salvamento

Muchas de estas especies invasoras proceden de aguas tropicales y se ven favorecidas por el calentamiento de las aguas. En la década de 1980, la temperatura de la superficie marina en la costa mediterránea oscilaba entre los 16,25 grados en la parte occidental y los 22,75 en la oriental. Sin embargo, los científicos calculan que alrededor de 2050 la temperatura superará los 24 grados en algunas zonas, según Bhavani Narayanaswamy, portavoz para Europa del Censo de Vida Marina.
"Algunas de las especies más amenazadas del Mediterráneo incluyen corales de aguas frías y profundas. Son incapaces de escapar del calentamiento del agua, así que sus poblaciones están disminuyendo", lamenta Narayanaswamy, que teme, incluso, "extinciones locales".
"Nunca antes se habían estudiado tantas especies y tanto espacio geográfico. Este trabajo debería ser un toque de atención para los políticos", demanda otro de los autores de la investigación, el biólogo Daniel Oro, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, en las islas Baleares. Lo más parecido a una operación de salvamento del Mediterráneo es la Iniciativa Horizonte 2020, lanzada hace cuatro años por la Comisión Europea. Su objetivo es muy ambicioso: reducir de manera drástica la contaminación. El propio Ejecutivo comunitario aporta cifras para comprender la magnitud del desafío. Más de 140 millones de personas viven en sus costas, y otros 175 millones visitan la región cada año. En 2025, la mitad del litoral mediterráneo estará urbanizado, sepultado por cemento. Según la Comisión, el 80% de las presiones que sufren los organismos marinos proviene de tierra firme. Más de la mitad de los núcleos urbanos de más de 100.000 habitantes carece de plantas de tratamiento de aguas residuales. Y el 60% de estas se tira directamente al mar.

Un enigma bajo el agua

Narayanaswamy, sin embargo, es escéptica. "No estoy segura de que reducir los vertidos de la industria, la agricultura y los desarrollos urbanos devuelva el ecosistema mediterráneo a lo que era", reflexiona. "No quiero decir que no se deba reducir la contaminación, hay que ponerse a ello lo antes posible. Pero no podemos asegurar cuándo volverán los hábitats que hemos destruido o las especies que se han desplazado. Puede que no vuelvan en lo que nos queda de vida", reconoce.
Para otro de los autores, Josep María Gasol, también del ICM, "lo más sorprendente ha sido comprobar que no se sabe nada". Los nuevos datos del Censo de Vida Marina hablan de 17.000 especies marinas descritas por la ciencia en la cuenca mediterránea, casi el doble que las últimas estimaciones. Sin embargo, el 75% de las especies que viven en las profundidades del mar Mediterráneo ni siquiera se conoce. Pueden extinguirse sin que nadie dé la voz de alarma."